Estimados residentes, continuamos la serie de artículos sobre nutrición saludable que se publican en nuestro blog, además de los talleres gratuitos de nutrición que se organizan para nuestros residentes cada dos semanas. El tema de esta semana es una dieta mediterránea.
La dieta mediterránea es una forma de vida, más que un estilo de alimentación. Este tipo de estilo de vida ganó fuerza porque ciertas poblaciones mediterráneas viven hasta edades más avanzadas en comparación con otras poblaciones del mundo. Estas poblaciones no solo viven más tiempo, sino que también viven vidas más saludables. Está inspirado en los siete países de la región mediterránea: Francia, Portugal, Italia, España, Grecia, Malta y Chipre.
Los siete principios de un estilo de vida mediterráneo incluyen comer sano, pasar tiempo
con amigos y familiares, encontrar tiempo para relajarse, reír con frecuencia, ser productivo, mantenerse físicamente activo y disfrutar de las cosas simples de la vida, como leer un libro debajo de un árbol. Ser consciente de nuestra salud significa ser conscientes de lo que alimentamos a nuestros cuerpos y de los pensamientos que procesamos en nuestras mentes. Podemos aspirar a incluir estas prácticas en nuestra rutina diaria, incluso si se implementa una a la vez.
El componente dietético del estilo de vida mediterráneo es conocido por sus beneficios antiinflamatorios, que son reconocidos por ayudar a disminuir el riesgo de enfermedades crónicas y ayudar a prevenir el deterioro cognitivo. Incluye:
– Base para todos los días; cada comida en torno a estos alimentos: verduras, frutas, granos integrales,
aceite de oliva, frijoles, nueces, legumbres y semillas, hierbas y especias- A menudo: al menos dos veces por semana: pescado y mariscos
– Semanalmente: porciones moderadas: aves, huevos, queso y yogur
– Con menos frecuencia: carnes y dulces
El aceite de oliva es un componente fuerte de la dieta mediterránea por sus propiedades antioxidantes que ayudan a combatir el daño celular causado por el estrés en el cuerpo y pueden ayudar en su regeneración. Las ideas para usar aceite de oliva con las comidas incluyen rociarlo sobre la ensalada o mezclarlo con aderezo para ensaladas, usarlo como alternativa a la mantequilla y mezclarlo en sopas. A menudo, las comidas se acompañan con una copa de vino tinto. El resveratrol es un potente antioxidante que se encuentra en el vino tinto y que puede ayudar a proteger el revestimiento de los vasos sanguíneos del corazón. Las prácticas alimentarias enfatizan los alimentos integrales que están menos procesados, sin bocadillos poco saludables como papas fritas o dulces, que la comida principal se come durante la mitad del día alrededor de las 2:00 p.m., porciones pequeñas de carne con la comida, verduras y aceite de oliva en cada comida, y fruta como postre.
El patrón de alimentación mediterráneo practica la alimentación consciente. La alimentación consciente es la aplicación de seguir una conciencia en el momento de la comida que pones en tu cuerpo y prestar mucha atención a cómo te hace sentir la comida. Porque vivimos en un lugar concurrido como la ciudad de Nueva York, donde para muchos de nosotros, comer se ha convertido en un acto sin sentido, a menudo hecho rápidamente. Esto puede presentar un problema, ya que su cuerpo puede tardar hasta 20 minutos en procesar que se siente lleno. Las formas de practicar la alimentación consciente en una dieta mediterránea son no comer/picar frente a la pantalla u otras distracciones, comer junto con la familia/amigos a la hora de la cena, masticar bien los alimentos, tener platos más pequeños, tomar siestas después de las comidas y caminar mucho.
Una gran parte del estilo de vida mediterráneo es tener una vida activa. Mantenernos activos nos ayuda a ser más productivos y ayuda a construir un sentido de propósito más fuerte en nuestra vida. Cuando nos mantenemos activos, nuestro metabolismo también funciona de manera más eficiente. Mantenerse activo no solo mejora el metabolismo de los alimentos, sino que también puede tener otros efectos positivos, como fortalecer los huesos y los músculos, aumentar los niveles de energía y mejorar el estado de ánimo. Algunas formas divertidas de mantenerse activo pueden ser tan simples como bailar con su música favorita, subir las escaleras y andar en bicicleta. Por último, llenar nuestra vida de hábitos saludables significa ponerlos en práctica a diario. Al igual que entrenar para un maratón requiere paciencia y práctica, lo mismo ocurre con el desarrollo de un estilo de vida saludable. Al hacerlo, podemos permitirnos vivir nuestra mejor y más óptima vida.